Durante meses hemos alentado la esperanza que eventualmente podría haber representado una facción de la élite, inclusive esperamos hasta último momento. Sin embargo, los hechos son los hechos, y ante los hechos hay que rendirse. ¿Acaso todo fue un engaño? ¿Acaso no fue un engaño, pero tras el fraude electoral y el despliegue de toda la artillería del estado profundo, Trump se vio obligado a claudicar a cambio, quizás, de preservar su vida y la de su familia? ¿A cambio de no persecución tras su gobierno? ¿Por qué, pudiendo hacerlo, no invocó la Ley Marcial, ni la Ley de insurrección? ¿Acaso la traición de Pence pudo haber sido un mecanismo disuasivo en el sentido de que no sabía con quién podría contar ni qué militares lo podrían traicionar? ¿Por qué, pudiendo hacerlo, no le concedió el perdón a Julian Assange y Edward Snowden?
No lo sé, pero si sé una cosa, una certeza a la que adhiero sin reservas: EL UNIVERSO SIEMPRE TRABAJA NUESTRO FAVOR, pero el hecho que trabaje a nuestro favor no significa que nos conceda cada cosa que queremos, no, el universo no nos da lo que queremos, sino lo que necesitamos para nuestro aprendizaje y para el despertar y la expansión de nuestra conciencia. Y ese aprendizaje y expansión de nuestra conciencia, en último extremo, no depende de ninguna facción de la élite, ya sea esta negra, blanca o gris, sino que consiste en nuestro propio trabajo interior. Ninguna elite te va a salvar, sólo aspirábamos a una circunstancias externas menos adversas para nuestro trabajo interior, pero resulta que nuestro trabajo interior sólo es pleno en las circunstancias adversas.
Es lo que tenemos por delante ahora, ¿ves cómo el universo sí trabaja a nuestro favor? Porque ahora no tenemos más opción que hacer nuestro propio trabajo, centrarnos en ello. Pero a la vez, todo lo que vivimos en los últimos meses, también nos hizo descubrir el engaño externo, la manipulación, la censura, la mentira de los medios, la persecución en contra de la humanidad, sus plandemias, sus vacunas, sus venenos, etc., y todo ello también ha servido para despertar (y despertaron muchos), todo para conducirnos a este mágico momento, a un despertar mayor y más exigente, a nuestro propio trabajo interior. ¿Te parece eso poco? Miles perecieron a cambio de lo que ahora tenemos pues en el universo no hay desperdicio, inclusive el papel opresivo de los malos también nos hace despertar, sublevarnos, luchar.
Sé que hubiéramos querido que las cosas sucedieran de otra forma, pero una cosa es cierta: sucederán, sucederán de la forma que nadie lo espera, sucederán no como queramos, sino de acuerdo al cielo y de acuerdo a como nuestro ser divino lo aceptó desde el principio. Vienen tiempos difíciles, pero siempre lo han sido, y aquí estamos, no por nuestra debilidad, sino por nuestra fortaleza, porque así lo decidimos desde el principio. Vienen tiempos difíciles, pero también vienen tiempos maravillosos. Y así está bien. Realmente todo marcha de acuerdo al plan, no el plan de ninguna elite, sino de acuerdo al plan que tú mismo(a) aceptaste para la evolución de tu propia conciencia, el plan de aceptar vivir la dualidad y la separación, todo para finalmente volver sobre ti mismo(a) y darte cuenta que eres todo lo que estabas buscando, que eres lo divino, la totalidad, que estás acá con un propósito, que todo como sucede está bien porque todo es aprendizaje.
