Debido a la enseñanza que se nos ha transmitido, con frecuencia pensamos que la sanación, y por extensión el don de la sanación, proviene exclusivamente de parte del arcángel Rafael, el arcángel del rayo verde, de la verdad y de la salud; y no significa que el arcángel Rafael no domine estos aspectos, por supuesto que sí, y esto no significa que la verdad y la salud sean una patente suya, algo de su entera exclusividad.

Se ha encasillado la función de los arcángeles

Si bien es verdad que los arcángeles cumplen en forma marcada determinadas funciones, también es verdad que pueden desempeñar varias funciones. De hecho, los siete arcángeles principales que han sido citados por la tradición, así como la mayoría, si no la totalidad de los principales arcángeles, pueden desempeñar cada una de las demás funciones de sus homólogos, toda vez que, en uno de sus aspectos, representan diversas cualidades de Dios, y ellos mismos son una emanación de Dios, por lo tanto, son la misma divinidad, con las mismas capacidades, solo que representan una cualidad diferente y, por decirlo de algún modo, se han especializado.

No funciona como acá en la Tierra, en el sentido que el arquitecto no puede desempeñar el rol del médico, y viceversa, o el matemático el rol de un psicólogo. Si lo queremos ver de esta forma, cada uno de los siete arcángeles principales han cursado siete carreras diferentes. Muchos seres humanos cursan dos, tres, o más carreras, ¿acaso sería imposible para un arcángel cursar siete? Lo que sucede es que cada uno representa un carisma, un matiz diferente de las diferentes cualidades de Dios, por decirlo de alguna forma, se han especializado. Y eso no los hace incompetentes en otros ámbitos. Y, por otra parte, el cielo no está dividido, sino cohesionado, y todo se integra con todo.

Las cualidades son omnipresentes en los arcángeles

La angelología contemporánea, así como el cristianismo de corte anglicano, nos han transmitido la tradición de los siete arcángeles que se compone de esta forma, con sus respectivos colores y cualidades:

1. Arcángel Miguel. Color: azul. Cualidad: voluntad, fuerza, poder.
2. Arcángel Jofiel. Color: amarillo. Cualidad: Sabiduría, conocimiento, inteligencia
3. Arcángel Chamuel. Color: Rosado. Cualidad: Amor, cohesión, atracción.
4. Arcángel Gabriel. Color: blanco. Cualidad: pureza.
5. Arcángel Rafael. Color: verdad. Cualidad: verdad, concentración, salud.
6. Arcángel Uriel. Color: naranja. Cualidad: prosperidad, abundancia.
7. Arcángel Zadkiel. Color: violeta. Cualidad: misericordia, perdón.

Ahora bien, cuando decimos que las cualidades son omnipresentes en los arcángeles, nos referimos a que cada una de las cualidades que representa o tiene un arcángel, realmente las tienen los demás. Esto es tan así que, por ejemplo, el arcángel Gabriel representa la pureza, pero ¿acaso los demás arcángeles no son puros, no pueden ejercer la pureza? Por su puesto que sí. El arcángel Miguel representa la voluntad, pero ¿acaso los demás arcángeles no tienen voluntad, ni fuerza, ni poder? Por supuesto que sí. El arcángel Jofiel representa la sabiduría, pero ¿acaso los demás arcángeles no son sabios, ni conocedores, ni inteligentes? El arcángel Chamuel representa el amor, pero ¿acaso los demás arcángeles no tienen amor ni pueden amar? Por supuesto que sí.

De esta forma, es claro que las cualidades son omnipresentes en los arcángeles, y esto no solo avale el hecho que se ha encasillado la función de los arcángeles, sino que, para el caso que nos ocupa, el arcángel Chamuel también puede sanar, y no solo sanar, sino que también tiene cada una de las cualidades que se la atribuyen a los demás arcángeles. Todos los arcángeles, de hecho, son amorosos, es decir, tienen el amor de Chamuel; pero también son puros, tienen voluntad, fuerza, poder, tienen sabiduría, son inteligentes, verdaderos, sanadores, protectores, guías, prósperos, misericordiosos, etc.

Funciones que pueden ser ejercidas

Ya vimos que, a modo de símil, es como si los arcángeles hubieran hecho siete carreras profesionales, y por consiguiente, están en capacidad de desarrollar diferentes funciones, aunque se han especializado en alguna, o alguna de esas carreras. También hemos visto cómo las cualidades que representa un arcángel no son de su mera exclusividad, sino que están omnipresentes en los demás, porque todos son emanación de la misma divinidad. Pero, inclusive si nada de ello hubiera sucedido, aun así, resulta que hay funciones que pueden ser ejercidas por alguien, inclusive sin haberse capacitado para ello.

Por ejemplo, supongamos que no nos hemos capacitado en protección o defensa personal, y aun así podemos ser los mejores protectores de alguien en un momento determinado; supongamos que no hemos estudiado gastronomía, y aun así, le podemos preparar un alimento a alguien y calmar su hambre; supongamos que no hemos estudiado psicología, y aun así, podemos «leer» a una persona, o brindarle algún consejo; supongamos que no sabemos de medicina, y aun así, conocer de algún tipo de remedio eficaz que puede sanar a alguien. Es decir, que hay funciones que pueden ser ejercidas inclusive sin necesidad de haberse preparado formalmente para ello, y si eso podemos hacer nosotros, ¿cuánto más podrá hacer un arcángel? Inclusive, sin formarse. Y ¿cuánto más si se ha formado para ello?

El amor todo lo permea

El amor acude donde quiera que es necesario y todo lo puede lograr. El amor todo lo permea. El amor, sin saber de belicismos, en una guerra o en un conflicto, puede terminarlos con su presencia. El amor, sin saber de complicadas teorías psicológicas, puede dar la palabra de aliento más acertada, tomar la mano de la otra persona y decirle: «vas a estar mejor». Por amor, alguien puede dar su vida por otra persona, y protegerle como si fuera un ángel. Por todo ello, no es extraño afirmar que el amor también puede sanar, que es medicina. El acto de sanar, en sí mismo, es un acto de amor. Por amor, una madre pone su mano sobre la parte en la que le duele a su hijo, y le sana como una medicina. De este modo, no es extraño que el don de sanar también pueda ser otorgado por el arcángel Chamuel, el arcángel del amor, representante de la cualidad del amor de Dios.

¿Qué harías por amor? Por amor seguramente protegerías con tu vida al ser que amas, le darías el mejor consuelo, la más deliciosa comida, el mejor consejo; por amor le serías misericordioso, verdadero, abundante. ¿Cuánto más no hará, si está a su alcance, el arcángel Chamuel, representante de la cualidad del amor de Dios? Inclusive fractalizarse y enviar sus partes donde quiera que sea necesario para amar, sanar, proteger, confortar, etc.? Y no solo el arcángel Chamuel, sino el cielo todo.

El amor sana, el amor es medicina. El amor del cielo esta aquí. Amén, amén, amén.