A raíz de la emergencia económica, social y sanitaria que hemos venido viviendo durante los últimos meses, una de las medidas que la mayoría de gobiernos han adoptado, es que las personas lleven tapabocas (o máscara, mascarilla o barbijo) Pero ¿ello es eficaz?
Hay una cosa que debemos tener claro, los virus siempre estarán ahí afuera, no sólo en las manos o en las suelas de los zapatos, sino en todo lado. Si no tienes un sistema inmune fuerte tarde que temprano cosecharás un virus así te escondas debajo de las piedras. ¿O piensas llevar tapabocas por el resto de tu vida? Ello nunca fue así.
¿Te has puesto a pensar que durante meses las personas han llevado tapabocas, pero aún así han habido personas que han enfermado? ¿Por qué? Porque ponerse tapabocas no soluciona el problema de fondo. No se trata de tapabocas, se trata de sistema inmune.
Y para ello, la vitamina C, la vitamina D, el zinc, etc., son de vital importancia. De hecho, la vitamina C no sólo tiene propiedades inmunológicas, sino antioxidantes, además también es usada en tratamientos antienvejecimiento, en infecciones, y hasta en terapias anticancerígenas.
Claro, podrás argumentar que el uso del tapabocas habrá reducido los niveles de contagio, lo cual es cierto hasta un punto, pero contraproducente a partir de otro punto, extremo e innecesario. Si a cambio de tapabocas fortalecemos nuestro sistema inmune es claro que solucionamos el problema desde su raíz y, en el evento de contraer el virus, nuestro sistema inmune lo vencerá fácilmente y, a cambio, nuestro cuerpo creará inmunidad, y nuestra inmunidad, junto con la inmunidad del otro, ayudará a crear la inmunidad de rebaño, algo que se hizo en paises como Suecia o Bielorrusia, países donde no hicieron cuarentena, ni cerraron fronteras, ni establecieron toques de queda. El resultado: la inmunidad sin necesidad de destruir la economía ni someter a las personas.
No se trata de tapabocas, se trata de sistema inmune